CONTACTADOS ( GEORGE ADAMSKI )
Por: J.J. Requena ( Ufólogo y Parapsicólogo )
George Adamski, de origen
polaco, se afincó en los EE.UU. adquiriendo su nacionalidad y donde pronto sería
bien conocido tanto por sus estudios de filosofía y teosofía, como por su enorme
afición a la Astronomía y ... la búsqueda de platillos volantes. Adamki
regentaba un pequeño restaurante al pie de Monte Palomar y nunca se supo con
certeza si su afición al espacio pudo estar influenciada por la proximidad ( 17
Km.) del observatorio.
La primera vez
Fue el día 20 de
Noviembre de 1952 cuando decidió ir hasta el desierto de California en compañía
de dos matrimonios amigos y de su propia y persistente intuición. Algo parecía
decirle que allí estaba lo que buscaba.Ya antes, el mismo Adamski se había
aventurado en el desierto en busca de vestigios de posibles aterrizajes de naves
extraterrestres. Pero hasta entonces y pese a no desesperar su ánimo, no había
obtenido el resultado apetecido.
Aquel jueves, aproximadamente a las 12:30
del medio día, su corazonada era absoluta. Se hallaba en el punto, a 16 Km. de
Desert Centre, en dirección a Parker (Arizona). Dejó a sus amigos junto al
automóvil internándose solo en el desierto. Esa mañana se había encontrado con
ambos matrimonios en Blythe, donde había desayunado a las 8:00. Una vez
finalizado el refrigerio, tomaron el rumbo antes referido. Ahora ya sólo faltaba
esperar: Adamski estaba completamente seguro de que era el
momento.
El hombre
del espacio
Adamski había
tomado fotos del lugar con su cámara Brownie y tras ello se quedó parado y
pensativo durante algunos minutos. Su reflexión se vio de pronto interrumpida,
por que allí, viniendo a su encuentro se hallaba el viajero del espacio: a una
distancia de unos 400 m. entre dos ondulaciones del terreno, una figura hacía
señas a Adamski para que se acercase hasta donde se hallaba. El sorprendido
filósofo, así lo hizo mientras miraba inquieto a su alrededor.
Conforme
cubría la distancia que le separaba del desconocido, podía comprobar que éste
era más joven y más bajo en estatura que él, al menos en apariencia. Aquel
hombre, no parecía tener nada fuera de lo común, excepto según el propio
Adamski, dos detalles que le llamaron poderosamente la atención: Uno, que sus
pantalones parecía ser como los de un esquiador, cosa totalmente anómala,
hallándose en un desierto; y dos, sus cabellos eran largos, alcanzando la altura
de los hombros, siendo agitados por el viento reinante. Pese a todo, no era lo
más extraño.
Separados por la mínima distancia de un brazo, el ser del
espacio le tendió la mano; Adamki, quiso estrecharla, pero el desconocido se
negó a ello sacudiendo la cabeza. Sonriendo, posó su palma sobre la del propio
Adamski, apretando ligeramente. La piel era delicada como la de un niño, pero
poseía firmeza. Las manos eran finas y con dedos estilizados como los de un
pianista. A pesar de que debidamente disfrazado hubiese podido confundirse con
una mujer de gran belleza, se trataba en realidad de un hombre.
Mediría
aproximadamente 1’65 m. y pesaría unos 60 Kg. Tal vez debiera tener unos 28-30
años. Su cara era redonda, con una alta frente; Sus ojos eran grandes y de un
tono gris verdoso, ligeramente inclinados hacia las sienes; los pómulos eran
algo salientes y su nariz fina y no muy grande; su boca de tamaño medio mostraba
una brillante dentadura al sonreir; la tez era ligeramrente tostada y sin signos
en ella que delatasen la necesidad de ser rasurada con un afeitado.
El traje
era de una sola pieza, de color marrón achocolatado,y se componía de una blusa
bastante ancha con cuello alto y ajuntado, con mangas anchas y amplias
finalizadas en unos puños ajuntados. Llevaba un cinturón de unos 20 cm. de ancho
con 2 bandas de unos 3 cm de espesor, adornando los bordes inferior y superior,
y de un color más claro como marrón dorado.
También los pantalones eran
bastante anchos, aunque ajustados a los tobillos, igual como los puños de las
mangas. En el vestido no se observaban ojales, cierres o botones, como tampoco
bolsillos o costuras. Tampoco parecía llevar anillos o pulseras, o lo que
pudiese parecer un arma.
Por último, sus zapatos eran de un color escarlata,
con el tacón muy bajo y las puntas cuadradas; parecían hechos de un tejido
similar al cuero, y podían permitir adivinar los movimiento hechos por los pies.
El Lenguaje
Telepático
Adamski ya había
comprendido que se hallaba ante un ser venido del espacio. Aquel signo con la
palma de la mano, lo había interpretado como una muestra de buena voluntad; sin
embargo, queda lo más difícil: ¿ Cómo se entenderían ?. Mediante signos Adamski,
creyó entender que el desconocido procedía de Venus. Era una mezcla de signos e
imágenes mentales transmitidas de forma telepática. Del contenido de esta
peculiar y pintoresca conversación, Adamski dedujo que el venusino poseía buenas
intenciones, aunque se hallaba preocupado, como su gente, por las recientes
experiencias atómicas que producían nubes radiactivas peligrosas que afectaban
al espacio exterior y de una manera especial, al propio planeta
Tierra.
Adamski quiso saber la forma en que había venido el venusino, para lo
cual éste le mostraría una pequeña astronave suspendida a pocos metros del suelo
y oculta tras una depresión del terreno. Le explicó que estas pequeñas
astronaves, eran transportadas por otras gigantescas, o nodrizas, y que además
la pequeñas bolas de luz vistas por Adamski anterior mente, eran una especie de
rayo explorador. Funcionaban por el principio de la atracción y repulsión y por
fuerzas magnéticas.
El extraterrestre, le confesó que algunos de sus
compañeros de raza había perecido en la Tierra, ya fuera por fallos mecánicos de
sus astronaves, como por acciones de los propios terrestres. Así mismo le indicó
que nuestro planeta recibía visitas de oras razas extraterrestres y que según
llegó a entender Adamski todos los planetas del Sistema Solar tenían vida.
Al cabo de una hora, llegó el momento de la despedida. El ser venido del
espacio, señaló sus pies y dejó unas extraña huellas en el suelo, unos raros
dibujos producidos por las suelas de sus zapatos. A continuación se encaminaron
a la astronave suspendida en el aire; según describe Adamski, en la parte
inferior existía tres bolas, que parecía constituir su sistema de aterrizaje; el
aparato finalizaba en una cúpula y en la parte superior había un especie de
gruesa lupa que despedía luz, elemento éste que aparece en las fotografías como
algo similar a una anilla. Adamski describe el extraño objeto como de una
material traslúcido de gran dureza. El el instante de despedirse, el venusino
pidió a su anfitrión terrestre, una de las cargas fonográficas que aquel
guardaba en el bolsillo, prometiendo devolvérsela. Por su parte, Adamski le
solicitó viajar en la nave, o al menos poder entrar en ella, lo que le fue en
ambos casa amablemente denegado. La astronave, partió y Adamski emprendió el
regreso hasta donde se hallaban sus amigos; durante el trayecto pasó junto al
lugar donde se encontraban las extrañas huellas producidas por los zapatos del
extraterrestre. Comprobó con sorpresa que las pisadas del visitante se marcaban
en el suelo mucho más profundamente que las suyas.
Había transcurrido una
hora desde que se alejase de sus amigos, pero a él todo le había parecido muy
corto, casi como la acción de un suspiro.
Después de este primer contacto,
seguiría otros 9 más, con viajes incluido.
Entonces el visitante le había
confesado cosas asombrosas y fascinantes y le había pedido una de sus "cargas"
fotográficas con la promesa de devolvérsela.
Situados en este punto, quedaron
toda una batería de incógnitas y enigmas por aclarar; no obstante la más
interesante y capital , podría ser seguramente ésta: ¿ Qu ocurrió después
?
Unos Lo dudan Otros
No
La odisea sufrida
por Adamski fué publicada por varios periódicos y el tema se desbordó. Muchas
fueron las opiniones vertidas sobre el alucinante asunto: Una serie de
sociedades místicas americanas, calificaron a Adamski como un profeta y a su
experiencia en el desierto, como la revelación de un ser celestial.
Otros,
como un acérrimo grupo de fanáticos, aprovechó capciosamente la ocasión para
abrir un "George Adamski Subscription Fundation", buscando la notoriedad y el
lucro.
Lo cierto es que Adamski comenzó a hacerse célebre, impartiendo
numerosas conferencias y llegando a mantener una entrevista con la misma reina
Juliana de Holanda durante una gira realizada por Europa y que promovió un gran
escándalo.
Las discusiones van en aumento y la idea generalizada de que lo
que había visto el vitupeado Adamski, no era más que un fabulado relato de
ciencia-ficción, comenzó a tomar cuerpo en todos los ámbitos sociales. Tanto,
que tras las sensacionales declaraciones del astrónomo filosófico, muchas
personas aseguraron haber tenido "contactos". Esta circunstancia reforzó más la
tesis generalizada de que todo era obra de la calenturienta mente de un
"alucinado". Pronto aparecieron "contactos" en Brasil, Mexico y Argentina, hasta
se extendió el rumor de que el mismo presidente Eisenhower había examinado los
restos de un supuesto artefacto estrellado, así como sus ocupantes. Por si fuera
poco, fue en esta época cuando comenzaron a proliferan los relatos a cerca de la
existencia de "hombrecitos extraterrestres".
Esta "fiebre", alcanzó a algún
que otro personaje entre los que podemos citar a Frank Scully ( autor del libro
Behind The Flying Saucers), Daniel W.Fry o Treman Bethrum, quienes aseguraron
tener "contactos"extraterrestres, viajar en dichas astronaves y hasta , como en
el caso del último, tener entrevistas con la hermosa comandantes de una
nave.
Estos testimonios harto discutibles, apoyaron la versión afectada por
Adamski.
Una Extraña
Coincidencia
Cuando más escocía
la polémica en torno al hombre de "Palomar Grandes" y al viajero del espacio,
sucedió algo que puso la cuestión Adamski al rojo vivo.
Esto surgió apenas
pasados doce meses desde el encuentro habido en el desierto. Efectivamente, el
15 de Febrero de 1954, dos niños ingleses; Stephen Darbirshe de 13 de edad y
Adrian Myers, de 8 Años, fotografiaban un extraño objeto en las cercanías del
lago Coniston, en el condado inglés de Lancashire.
La descripción de los dos
niños desvela un objeto circular que parecía de materia vítrea con una parte
superior en forma de cúpula con troneras y res pequeños abultamientos en su
parte inferior, en la que también asomaba un punto oscuro central, similar a un
cono.
Cuando el objeto desapareció, los dos niños se dirigieron al domicilio
de Stephen, el mayor, para contarlo al señor Darbirshire, además de entregarle
la cámara fotográfica, con las dos instantáneas tomadas.
No muy convencido
del relato efectuado por los dos infantes, llevó el carrete a revelar,
entregándolo a un tal lattison. El resultado obtenido motraba en el negativo, un
objeto en forma de "platillo" bien definido, si bien algo borroso.
Se decidió
dar la información a la prensa, y fue el "Lancarshire Evening Post" el que
publicaba un extenso realto sobre el hecho acompañado por las fotografías de los
chicos y otras de Adamski. La comparación permitía verificar que parecía ser
idénticas. Según las investigaciones realizadas por diversos expertos
fotográficos y algunos periódicos, las fotografías obtenidas por los dos niños,
eran auténticas.
Carta a un Experto
George Adamski
envió una extensa misiva a Alberto Perego, un italiano licenciado en Derecho
(Univ.Bolgonia), que comenzó su carrera en 1927. Este personaje ocupó varias
funciones en la embajada de Rio de Janeiro (Brasil) o en las delegaciones de
Bucarest ( Rumanía), Sofía (Bungaria), Budapest (Hungría), Bratislava (
Ant.Checoslovaquia) y Bankok ( Tailandia); Asimismo fué consul en Túnes y
Singapor y agregado comercial en Siam y Hungría. Especializado en cuestiones
militares, dearrolló importantes misiones en centros navales y aereos como
Bizerta, Malta, Gibraltar, Constanza Aden, Singapor, Saigon o Manila; Perego era
considerado como un extraordinario entendido en las cuestiones a cerca de las
naves extraterrestres, habiendo publicado varios libros sobre ello.
En esta
maratoniana carta, Adamsky hizo un nutrido resumen a cerca de sus ideas sobre el
funcionamiento de los OVNISs y lo que pretenden venir a la Tierra.
La carta
de George Adamski al diplomático italianao el 20 de Abril de 1956, tenía un
porqué. Este, arranca el sábado 6 de Noviembre de 1954 a las 11 de la mañana,
cuando los ojos de Perego duscubren algunos puntitos blancos en el cielo situado
el testigo en el barrio de Tescolano. Testigos de este hecho, eran una veintena
de trabajadores del establecimiento Neri. En compañía de algunos curiosos el
propio Perego se situó en la terraza del establecimiento donde visualiza durante
dos horas, aquel extrañosuceso aéreo.
Apareció una primera escuadrilla en
formación "losango" (significa rombo con sus ángulos agudos como pié y cabeza
respectivamente ). Debido a la existencia de un cielo diáfano y azul, los
objetos eran visibles durante unos 30 Seg. pese a su altitud; luego desaparecían
entre la neblina para dejar paso a una distancia de unos 3 metros a otras
escuadrillas de 4 objetos en posición "losange", otros 7 en "delta" y de 12 en
ángulo obtuso. En ocasiones, estos objetos dejaban tras de si una cortísima
estela azulada y además, brillaban como el Sol, permitiendo su fácil
localización.
Tras una media hora de observación, medio centenar de puntos
evolucionaban en el cielo de Roma, en grupos y de forma intermitente. Ya, hacia
el mediodía, apareció por oriente una formación de unos veinte objetos en
perfecta forma de V, mientras de forma simultánea y en el lado opuesto hacía su
aparición otra escuadra idéntica. En apenas décimas de seg. las dos escuadrillas
se unieron por los vértices, formando una perfecta cruz griega de exáctamente 40
objetos ( diez por cada brazo ). La cruz giró sobre sí misma tres cuartos de
vuelta, para posteriormente separarse y formar cada una de las líneas ondulantes
de 20 objetos. Luego, al cabo de unos tres minutos y tras efectuar algunas
curvas ondulantes, desaparecieron de la vista.
Esta maniobra de formación se
había realizado en dirección Trasteviere-Montemaggiore, sobre la cima de la
Ciudad del Vaticano. Ese día, 6 de Noviembre era el aniversario de la Revolución
rusa y a la mente de Perego acudió la idea de que se tratase de algún "festejo"
por parte de uno de los dos grandes colosos militares del planeta, Estados
Unidos o la Unión Soviética. Pero pronto lo descartó , al ver como del cielo
caían largos filamentos brillantes de unos 8 a 10 metros, semejantes a telas de
araña. Consiguiendo recoger alguno pudo comprobar que parecían ser de una
materia cristalina semejante al nylon.
Las maniobras de los objetos
continuaban y cuando se concentraban en un mismo punto, se formaban debajo una
especie de "tejado" azul opaco que impedía entonces la visión de los
objetos.
En un momento dado, Perego llegó a contar hasta siete escuadras que
iban en dirección al centro de Roma, o sea, algo más de ochenta aparatos. Sin
embargo debía de haber más de un centenar sobre el cielo romano. Estos, fueron
visibles hasta las 13 horas.
Esa misma tarde, Perego quiso conocer la
información ofrecida por los periódicos, pero ante su estupor y sorpresa no se
citaba una sola palabra de lo ocurrido. Entoces decidió personarse en la
redacción de un diario donde prestaba sus servicios un amigo suyo. Este, al
escuchar a Perego no salía de su incredulidad y su asombro. Nadie parecía saber
nada ni si quiera al día siguiente, Domingo, apareció nada en la prensa sobre
este tema.
De nuevo el inquieto Perego se dirigió a la terraza del
establecimiento Neri. El cielo presentaba a las 11’30 h. un aspecto más limpio y
brillante que en la víspera. Y volvió a suceder: Los extraños objetos volvían a
cubrir el cielo de Roma haciéndolo durante dos horas y media aproximadamente. Y
otra vez, increíblemente, la prensa no hizo eco de la "aérea" manifestación.
Sin embargo, sí hablaron de un suceso semajante en Inglaterra, detectado por
medio de estaciones de rádar. Para Perego, la cuestión estaba totalmente clara:
Las autoridades querían silenciar el caso y debían tener motivos para no
publicar nada, al menos en lo referente a Italia... ¿ por qué
?.
El Legado de
Venus
Como ya sabemos, tras la
entrevista en el desierto entre Adamski y el "hombre del espacio", éste se llevó
uno de los carretes fotográficos del sorprendido astrónomo. Varios días después
de aquel encuentro, una astronave similar a la de entonces (imagen derecha), se
aproximó al "Palomar Guntens" donde se hallaba el restaurante de Adamski. Sin
llegar a posarse en el suelo, dejó caer dicha carga fotográfica. La fotografía
original había sido retirada y reemplazada por un extraño dibujo y varios
símbolos ( Número revista S.E.I.P. nº 2 ).
Este carrete fue analizado por
diversos expertos quienes opinaron que el dibujo parecía ser el esquema técnico
de un "platillo" y del método de propulsión utilizado.
Pese a todo sus
caractéres eran desconocidos. A partir de estas impresionantes experiencias,
George Adamski se convirtió en un "contactado", o incluso un embajador de los
extraterrestres en nuestro planeta. Lo que había comenzado siendo un pasatiempo
fascinante, dejó paso a una ocupación total y muy costosa. Comenzaba a gestarse
el "padre de los contactados".
Ya antes de aquel inolvidable momento en el
desierto de California, había tenido sus particulares experiencias OVNI. Es muy
posible que sin este factor, el carismático Adamski, nunca hubiese llegado a ser
lo que fue y ni mucho menos a alcanzar las elevadas cotas de popularidad que
harían de él, un personaje célebre.
Por sus propias confesiones conocemos
que tuvo alrededor de una docena de contactos en tercera fase o sea, físicamente
con sus amigos de Venus. Al parecer llegó a conocer perfectamente el interior de
estas astronaves y hasta consiguió viajar a bordo de ellas, en trayectos cortos.
Es más, incluso aseguró haber visitado la Luna.
Pero, ¿ cúales eran en
realidad las intenciones de estos extraterrestres y que trataban de trasmitir al
ilusionado Adamski ?
En resumen, George Adamski, sigue palnteando la
mayor de las incógnitas en el mundo de los contactados, tanto por él, como por
los seres con los que afirma haber tenido contacto.